martes, 18 de octubre de 2016
Castillo de Granera (Granera, Moianés)
SU HISTORIA
Se tiene constancia de su existencia desde 971, documentado como Castrum de Granito, cuando entonces pertenecía al condado de Manresa. De jurisdicción real, en el 1023 la condesa Ermesenda de Barcelona lo ofreció a su hijo, Berenguer Ramón I, como garantía de paz. También en los mismos años, antes del 1025, la misma condesa lo infeudó a favor de Wifredo de Balsareny o de su hijo Bernardo Guifré. Este último lo legó en 1046 a Guisla, a través de la cual pasó a la casa vizcondal de Barcelona. A finales del siglo XII los vizcondes barceloneses lo cedieron a Albert de Castellvell, pero al poco recuperaron el dominio. Ya en el siglo XIII fue infeudado de nuevo. En 1375 se hizo amo y señor del castillo Pere de Planella, moianés que era consejero real. El rey le vendió el pleno dominio, jurisdicción y derechos.
Perteneció a la familia Planella, que fueron también señores de Castillo de Clará y Castellnou de la Plana (del término de Moyá) y Castellcir, emparentados con los Planella de Talamanca y la baronía de Calders. A finales del siglo XVI fue vendido a la familia Despalau, hasta que en 1642 María de Despalau lo vendió a Jacinto de Sala y Cervera. Se convirtió en sede de la baronía de Granera por concesión de Felipe IV el 17 de julio de 1643. Posteriormente castillo y título pasaron de nuevo a los Planella, luego a los Amat y más tarde a los Castellbell, siempre por alianzas matrimoniales. Actualmente, este título nobiliario está en manos del Marqués de Castellbell, como el resto de baronías mencionadas.
EL EDIFICIO
El castillo de Granera se conserva parcialmente, ya que ha sido consolidado y en parte reconstruido por sus actuales propietarios. Tiene una planta irregular, adaptada al relieve de la roca donde se asienta, con elementos constructivos muy interesantes, como unos arcos en gradación hechos para sostener el muro en la irregularidad de la roca que hace de basamento. Los muros están hechos de sillares regulares unidos con mortero de cal, pero conserva fragmentos, en la parte de poniente, de obra más antigua, con paramentos de opus spicatum. La parte oriental, donde está el arco de entrada, parece obra del siglo XIV, pero en el sector noroccidental hay bastantes muestras de siglos anteriores.
Los restos del interior remiten a un castillo renovado ya en la edad moderna, en los que destaca la capilla de Santa María, del siglo XVII. Sin embargo, el estado ruinoso se extiende a todo el conjunto del castillo. En la década de los setenta del siglo XX, se hizo un intento de reconstrucción, para dedicar el conjunto a hospedería, pero no prosperó. Sin embargo, se rehizo una parte del sector norte.
lunes, 3 de octubre de 2016
Santuari de Lurda de la Nou de Berguedà
SU HISTORIA
La primera piedra del Santuario de estilo Neoclásico se puso el año 1880, pero todo se empezó a gestar unos años antes cuando el mossén Anton aquejado de una enfermedad y ya muy mayor fue sin practicamente medios al Santuario de Lourdes en francia, se quedo prendado de todo lo que ofrecia el Santuario de Lourdes y cuando volvio pensó que porque no podía haber un santuario en un pequeño pueblo del Bergueda para todos los feligreses que no podian permitirse ir hasta Francia. Volvio a hacer el viaje, compro una imagen de unos 90 cm e hizó una pequeña capilla. Sin esperarlo empezó a venir gente de todos los alrededores y vio la necesidad de hacer un Santuario. Sin medios ningunos y sin saber como empezar simplemente con la ayuda y los dineros que aportaban la gente humilde se finalizó el Santuario en el año 1886 con la asistencia de más de 5000 personas.
En el interior de la iglesia se encuentra un retablo neogótico con la imagen de Lourdes, aunque justo destra del retablo hay otra imagen más pequeña que representa la que el padre Antón trajo de Lourdes, ya que la que trajo el padre se perdio en varios ocasiones, una de ellas en la guerra civil.
Justo al lado del Santuario sale un camino a la gruta que lleva a una fuente. La fuente también tiene su historia. Antes que se construye el Santuario se conocia como la fuente de San Isidro y solo había un caño de agua, cuando se inaguró el Santuario se cambio por el nombre de la fuente de Lourdes, y a los tres dias aparecerieron 3 caños más de agua. Junto a las fuentes hay una pequeña construcción ahora en abandono, pero que nos comento el Padre Camil que quieren restaurar que en su interior tiene como unas duchas que eran donde antiguamente los enfermos iban a bañarse para curarse.
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