domingo, 8 de enero de 2017

Sant Llorenç de Munt (La Mola, Terrassa)



La Mola es la montaña más alta del Parque Natural de Sant Llorenç del Munt i l’Obac con 1.104 metros de altitud y es uno de los elementos característicos del paisaje en toda la comarca.

El Parque Natural de Sant Llorenç del Munt i l’Obac está situado en la provincia de Barcelona y tiene una superficie protegida de 13.694 ha repartidas entre las comarcas del Bages, el Vallés Occidental y el Vallés Oriental. Además de La Mola, otra de sus cimas emblemática es El Montcau (1.052 m).

En la cima de La Mola se halla el Monasterio románico de Sant Llorenç de Munt, actualmente reconvertido en museo-restaurante, totalmente inaccesible para vehículos a motor, y que es abastecido mediante siete mulas, que transportan todos los víveres y combustibles hasta la cima. Este hecho significa un reclamo más para la gran afluencia de excursionistas y familias que eligen dicha montaña y sus alrededores para pasar los fines de semana.


EL EDIFICIO
La estructura de la iglesia no ha sufrido ninguna transformación que altere su primitiva concepción. Es una copia exacta, pero a la mitad de tamaño, de la abadía de Sant Cugat, la cual promovió su construcción y de la que dependió la mayor parte del tiempo.
La iglesia presenta tres naves y un campanario levantados con piedras locales de dimensiones modestas, color rojizo y sin pulir. Tiene un transepto en el centro que sostiene el cimborrio sobre los arcos torales. Su factura es bastante sencilla, no presentando ningún tipo de ornamento artístico. La puerta es de pequeño tamaño.

SU HISTORIA

Los primeros datos que conocemos acerca de la existencia de construcciones dedicadas al culto religioso en la Mola se refieren a tres iglesias o capillas que había en dicha cima hacia los años 947-957 (dependiendo de los autores).2 Entre estos documentos encontraríamos la donación que hizo Borrell II (conde de Barcelona) al abad de San Cugat del Vallés de diversas iglesias de la montaña de Sant Llorenç. Otro nos indica que dos ciudadanos de Terrasa, Ansolf y su mujer Rímula, hicieron una donación a "la casa de Sant Llorenç, de Santa María y de San Miguel, iglesias fundadas en el monte más alto sobre Tarrasa". Mientras que algunos historiadores creen que tales escritos son pruebas de la existencia de estas construcciones previas, para otros se estarían refiriendo al monasterio y a las diversas ermitas de la montaña.
Aunque la primera cita formal que nos indica que allí había una comunidad regida por un abad (el de Sant Cugat) corresponde al año 986,2 hasta 1014 no aparece realmente la palabra monasterio, en un documento en que el conde Ramón Borrell y su mujer hacen una permuta de terrenos con la abadía de San Llorenç. Y hay que esperar hasta 1018 para encontrar un abad propio en dicho lugar.2
Durante este período de tiempo, la planicie del Vallés fue invadida en diversas ocasiones por los sarracenos, que provocaron la destrucción y el saqueo de las poblaciones e iglesias existentes. No obstante, no hay constancia de ataque alguno contra los edificios que había en la cima de Sant Llorenç del Munt , lo que seguramente ayudó a la consolidación del monasterio y a la construcción de un edificio de más categoría.
La construcción del edificio románico que ha llegado a nuestros días se inició, probablemente, en 1045, siendo consagrado en el año 1064 por el obispo y los condes de Barcelona. Entrando el siglo XII comenzó su decadencia, aunque siguió estando habitado por algún monje benedictino hasta el año 1608. Todavía de 1637 hay constancia de la existencia de un sacerdote a cargo del monasterio, pero después fue abandonado. El 30 de marzo de 1809 las tropas del ejército de Napoleón destruyeron lo que quedaba del monasterio, profanando incluso las tumbas de los abades-